Un implante anticonceptivo es un dispositivo médico que se puede implantar en el cuerpo de una mujer para prevenir el embarazo. Un implante puede tener tasa de eficacia del 99%, lo que lo convierte en el anticonceptivo de elección entre muchas mujeres en la actualidad. Tal alta efectividad hace que el implante sea un modo casi perfecto de anticonceptivo.
Debido a que un implante tiene un período de efectividad de hasta cinco años, las mujeres pueden recibirlo una vez y no tener preocupaciones durante los próximos años. El implante es una varilla pequeña y flexible aproximadamente del tamaño de una cerilla que se puede insertar en la parte superior del brazo por vía subcutánea. El procedimiento de inserción es bastante sencillo e indoloro, ya que la inserción se realiza con anestesia local.
El implante anticonceptivo libera constantemente una hormona que evita que los ovarios liberen óvulos. Al mismo tiempo, aumenta el grosor del moco cervical, lo que dificulta la unión del espermatozoide y el óvulo. Como contiene solo una hormona, la progestina, su aplicabilidad es mucho más amplia que otras formas de anticoncepción. Las mujeres que no pueden tolerar el estrógeno pueden usar un implante anticonceptivo de manera segura.
El implante anticonceptivo es una de las modalidades anticonceptivas a largo plazo más eficaces disponibles en la actualidad. Es seguro de usar, incluso para las nuevas madres que están amamantando. Como no tiene que seguir ningún régimen de pastillas diario, no tiene que preocuparse por omitir una dosis diaria. También le evitará viajes recurrentes a la farmacia.
Las mujeres que generalmente sufren de menstruaciones abundantes y dolorosas con calambres pueden sentirse aliviadas de estos síntomas cuando usan el implante. Lo más importante es que su acción es reversible. Si una mujer quiere concebir en algún momento, el implante se puede retirar.