La prueba del VIH es una excelente manera de mantenerse sano. En Estados Unidos, solo se requiere en muy pocas circunstancias, como la donación de sangre y órganos y el servicio militar, por nombrar solo algunas. En todas las demás circunstancias, la decisión de hacerse la prueba del VIH es suya. En entornos donde se recomienda la prueba del VIH, como muchos centros de salud, la ley exige que se le informe de que se realizará, y no se le debe realizar ninguna prueba a pesar de su objeción. Si es sexualmente activo, debe hacerse la prueba del VIH con regularidad. En Estados Unidos, se estima que una de cada siete personas VIH positivas desconoce que tiene el virus. Con el tratamiento médico fácilmente disponible, las personas con VIH pueden vivir una vida larga y saludable, pero es importante comenzar el tratamiento lo antes posible.